Para que conserve todo su valor nutritivo, es necesario que coloquemos, cada día, varios puñados de heno limpio y fresco y retirar de la jaula el que ya esté seco o lleve varios días. Deberemos disponer de un comedero aparte para colocar el heno, y no dejarlo en el fondo de la jaula, donde puede entrar en contacto con los deshechos del animal. Si el animal se termina su ración de heno, deberemos ponerle más, y asegurarnos de que nunca le falta.
El heno es fundamental en la dieta diaria de los roedores ya que ayuda a mejorar la digestión, tiene un bajo índice calórico y además, ayuda al desgaste natural de los dientes.